Estación de Tren de Pásztó

Pásztó solía ser una próspera ciudad minera húngara, pero en las últimas décadas su actividad ha disminuido considerablemente. A pesar de ello, sus edificios industriales siguen ofreciendo grandes oportunidades para rodajes únicos. El edificio de la estación en sí es relativamente grande, especialmente en comparación con su nivel de uso, ya que solo unos pocos trenes pasan por allí diariamente. Sorprendentemente, la estación cuenta con 15 vías férreas, la mayoría de las cuales permanecen inactivas la mayor parte del tiempo, lo que facilita en gran medida el cierre de la locación y su accesibilidad para producciones. A pesar de su escaso tráfico, el envejecido edificio no ha perdido su carácter, con su pintura amarilla descascarada sobre los muros de ladrillo y los extraños ecos provenientes de los grandes edificios industriales situados al otro lado de las vías. Esta atmósfera se refuerza con la hierba que crece entre las vías, lo que, a pesar de dar una apariencia de abandono, puede aprovecharse perfectamente para rodajes. El valor de producción de este escenario se ve realzado por la ausencia de líneas eléctricas aéreas sobre las vías. Gracias a esta combinación de elementos, Pásztó puede servir como una auténtica estación de tren de la Segunda Guerra Mundial, así como una estación rural contemporánea para viajeros.