A diferencia de muchas otras grandes ciudades, Budapest todavía cuenta con edificios abandonados del siglo XIX con interiores auténticos. Aunque décadas de deterioro, las guerras mundiales y el desarrollo inmobiliario moderno han reducido significativamente su número, todavía quedan muchos lugares abandonados únicos repartidos por la capital. Estas majestuosas estructuras, la mayoría con más de cien años de antigüedad, han servido repetidamente como locaciones para producciones internacionales y húngaras. Con el reciente aumento de interés, muchos de estos edificios han desarrollado servicios adaptados a las necesidades de las producciones. La combinación de decadencia, abandono y los interiores grandiosos de estos edificios del siglo XIX ofrece a los cineastas escenarios realmente únicos para una amplia variedad de géneros.