Austria es muy popular en la industria cinematográfica gracias a su notable capacidad para permitir el rodaje de escenas invernales incluso en pleno verano. Los impresionantes Alpes albergan innumerables glaciares que crean microclimas helados que proporcionan condiciones de nieve durante todo el año. Se trata de una oportunidad excepcional para los cineastas, ya que pueden confiar en encontrar impresionantes localizaciones montañosas cubiertas de blanco, independientemente de la estación del año.