Este extraordinario lugar es una iglesia Bauhaus a medio construir rodeada de un bosque en uno de los distritos montañosos de Buda. Se concibió como un destino de peregrinación modernista, inspirado en la arquitectura de Tierra Santa. Esta singular adaptación de la Bauhaus de una basílica bizantina tiene una planta ovalada y habría tenido un altar situado en el centro rodeado de 20 columnas, que habrían sostenido una enorme cúpula. Sin embargo, debido a la Segunda Guerra Mundial, las obras se paralizaron y nunca se terminaron. Las salas situadas en la mitad inferior del edificio se utilizaron como archivo estatal durante décadas, dotando al lugar de una infraestructura básica. Hoy en día sigue rodeado de bosques y en desuso, lo que le confiere una atmósfera inquietante, diferente a cualquier otra. Las llamativas formas minimalistas y geométricas de esta construcción futurista ofrecen un enorme potencial para crear efectos visuales sin parangón.