Austria alberga innumerables picos alpinos, generalmente de entre 2.000 y 3.700 metros de altura, que se cubren de una gruesa capa de nieve en otoño, que dura hasta el comienzo del verano. Las condiciones invernales son implacables gracias a que la altura de los Alpes proporciona temperaturas constantemente bajas. Se pueden encontrar lugares magníficos tanto para rodajes puramente naturales como para deportes de invierno y deportes extremos. Esta zona es rica en estaciones que ofrecen pistas de alta calidad, como las de esquí. La infraestructura austriaca es perfectamente fiable incluso en estos lugares y condiciones meteorológicas extremas. El acceso es fácil gracias a los teleféricos y a las carreteras inmaculadas constantemente vigiladas. Una vez en las cimas de las montañas, los refugios y centros deportivos ofrecen un lugar seguro para descansar. Independientemente de los terrenos rurales, los servicios para las producciones se pueden proporcionar fácilmente gracias a las ciudades que rodean estas cumbres acostumbradas a atender al turismo.