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La Historia de la Arquitectura de Budapest

La Evolución de Estilos a través de los Siglos

La arquitectura de Budapest se puede definir como elegante, diversa y característica. Existen cuatro periodos históricos claramente diferenciados, y cada periodo contiene diferentes estilos. Esto significa que Budapest es una ciudad con muchas caras, algo que enamora a los cineastas. Muchos lugares monumentales o incluso rincones escondidos son capaces de imitar todo tipo de ciudades y pueblos en distintas épocas históricas. Anteriormente, la capital húngara había imitado perfectamente a París, Moscú, Berlín, Roma ¡o incluso Buenos Aires! En el siguiente artículo ofrecemos un acercamiento a la historia acerca de cómo esta bonita ciudad se ha con+vertido en lo que es hoy en día.

La arquitectura de Budapest se puede definir como elegante, diversa y característica. Existen cuatro periodos históricos claramente diferenciados, y cada periodo contiene diferentes estilos. Esto significa que Budapest es una ciudad con muchas caras, algo que enamora a los cineastas. Muchos lugares monumentales o incluso rincones escondidos son capaces de imitar todo tipo de ciudades y pueblos en distintas épocas históricas. Anteriormente, la capital húngara había imitado perfectamente a París, Moscú, Berlín, Roma ¡o incluso Buenos Aires! En el siguiente artículo ofrecemos un acercamiento a la historia acerca de cómo esta bonita ciudad se ha con+vertido en lo que es hoy en día.

La Budapest Histórica

Desde que las tribus húngaras se establecieron en la llanura de los Cárpatos a finales del siglo IX DC, los húngaros habitaron el territorio que hoy conocemos como Budapest. Antes de que los húngaros llegaran, los romanos y otras tribus étnicas vivían allí, en un asentamiento fundado en el siglo I AC. Por lo tanto, es una ciudad realmente histórica con recuerdos de su pasado que abarcan desde antiguas ruinas y edificios medievales hasta otros construidos antes del siglo XIX. Se pueden encontrar ejemplos de éstos en los alrededores del castillo de Buda y en las preciosas y pintorescas calles que llevan desde allí hasta el Danubio.

Mucha gente sabe que Budapest se convirtió en una gran ciudad debido a la unificación de Buda y Pest en 1872, pero sólo unos pocos saben que había un tercer componente: Óbuda. En Óbuda, que significa “Vieja Buda”, hay unas cuantas casas barrocas, con dulces y sinuosas calles de adoquines. El bajo número de este tipo de viviendas se debe a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se puede decir que tiene la atmósfera de un pueblo histórico alemán. También hay unas cuantas iglesias barrocas en la ciudad, decoradas con las típicas paredes amarillas, torres gemelas y elaboradas estatuas de piedra.

El Castillo de Buda

Los cimientos del Castillo de Buda datan del 1243. Debido a que el castillo era el mayor símbolo de los dirigentes de Hungría, se libraron enormes batallas para conquistarlo, por lo que ha sido parcialmente destruído en varias ocasiones durante siglos, tanto por extranjeros como por húngaros. Durante la Segunda Guerra Mundial, las riquezas de la casa real y su pomposo interior fueron destruídos por los bombardeos. A día de hoy, tiene un interior de estilo soviético cuyo elemento más significativo es el revestimiento de mármol rojo. Ahora se alberga allí la Galería Nacional y la Biblioteca Nacional de Hungría.

La Edad de Oro de Budapest

Este próspero periodo empezó con el Compromiso Austrohúngaro de 1867, tras el cual Hungría dejó de estar reprimida bajo el Imperio Austriaco. Los políticos húngaros tuvieron la oportunidad de desarrollar el país de una manera más libre, dando paso a un periodo de inversiones y a una industria que se desarrollaba rápidamente. Ésto provocó un “boom” en la construcción de numerosas infraestructuras y edificios en la capital. Estos edificios son los que más predominan en Budapest, porque son los más hermosos y grandiosos de la ciudad, debido a sus grandes proporciones así como a sus espaciosas calles y monumentales plazas. Ésto fue posible gracias a que Hungría formaba parte de la poderosa Monarquía Austrohúngara (hasta el final de la Primera Guerra Mundial en 1918).

La Plaza Octogon en Avenida Andrassy en 1897 Foto: FORTEPAN / cortesía de Tibor Somlai

Durante este periodo, los húngaros se volvieron muy inseguros y querían superar a Viena haciendo de Budapest una ciudad grandiosa, cultural y sofisticada. Este florecimiento cultural y urbano fue tan drástico que, después de Chicago, Budapest era la ciudad con un desarrollo más rápido y dinámico. Por ejemplo, Budapest fue la tercera ciudad en contar con un centro telefónico. Durante este periodo, la población se triplicó. Había un plan urbanístico a gran escala para el que tomaron a París como referencia. Andrássy era la principal avenida, conectando el centro de la ciudad con Város Liget - un gran parque. Además hay dos bulevares paralelos que se extienden alrededor del centro.

Buscaban parecerse a Europa Occidental, para lo que incluso contrataron a los mejores arquitectos de la época. Por ejemplo el icónico Puente de las Cadenas fue diseñado por el inglés Adam Clark y la estación ferroviaria de cristal de Nyugati fue planeada por el mundialmente famoso estudio de arquitectura de Gustave Eiffel. Las grandes empresas, que estaban obteniendo enormes beneficios con sus proyectos, gastaron muchísimo dinero invirtiendo en construir sus fábricas y edificios civiles con la mejor tecnología y con el gusto de la época. Como resultado, podemos encontrar algunas fábricas Art-decó en los alrededores de Budapest, como la increíblemente geométrica y futurista planta eléctrica Kelenföldi. El tamaño y el estilo elegante de la estación de Keleti es excepcional para un edificio así de funcional. La extensión de su grandioso estilo histórico (construído con elementos renacentistas y clasicistas), con su decoración dorada y sus pinturas en las paredes, es impresionante. Tal y como ocurre con esta estación, todo el periodo se define por sus hermosos adornos de hierro forjado. Además de hierro, también usaban materiales de gran calidad. Por ejemplo, es bastante común encontrar viviendas con un recibidor hecho de mármol. Estos edificios conforman el carácter principal de Budapest ¡incluso a día de hoy!

El icónico Puente de las Cadenas fue diseñado por Adam Clark

Las Mil Caras de Budapest

Debido a este “boom”, construyeron en diferentes estilos al mismo tiempo y da la sensación de que Budapest tiene una gran historia arquitectónica, pero la verdad es que simplemente eran muy buenos construyendo auténticos edificios neogóticos, neorenacentistas y neoclacisistas.

Los Muchos Estilos Nostálgicos de la Final del Siglo

El Romanticismo, el último estilo prominente y unificado terminó. Durante el siguiente periodo en la historia de la arquitectura, en vez de otro estilo desarrollado a lo largo de un siglo, empezó un periodo de fragmentación. Unos buscaron la inspiración en un futuro desconocido, mientras que otros se inspiraron en el pasado. Así es como los siguientes estilos evolucionaron de manera simultánea y a veces incluso mezclándose.

Los edificios neogóticos se inspiraron en el arte medieval comprendido entre los siglos XII y XV. Solía tratarse de edificios claramente verticales, cuyo efecto era resaltado por su ostentosa decoración. Esta verticalidad expresaba la sublimidad de Dios. Esta tendencia de construir en un estilo neogótico empezó en Inglaterra para expresar la cultura y la riqueza de las naciones centenarias. Un buen ejemplo de ello es el Parlamento Inglés, que es el que inspiró a los húngaros a construir su propio parlamento en este estilo.

Una tendencia arquitectónica neorenacentista se dio lugar en el siglo XIX inspirada por los humanistas, la geometría y el gusto por la armonía renacentista de la Italia del siglo XVI y XVII. La diferencia es que en el siglo XIX los arquitectos combinaban este estilo con elementos manieristas y barrocos por tal de expresar la elegancia y las riquezas de la época.

El Parlamento Húngaro es un ejemplo perfecto para la arquitectura Neo-gótica.

Por otra parte, el Neoclacisismo tomó la racionalidad y la proporción de la Ilustración que se basaba principalmente en la arquitectura de los templos de la Antigua Grecia y Roma.

 

También encargaron a las mejores mentes creativas del momento, el diseño de los edificios más importantes de la capital. La avenida Andrássy está llena de eclécticos edificios neorenacentistas. Los ciudadanos que se mudaron a esos palacios eran ricos incluso en comparación con los estándares mundiales. El más importante de ellos es la Casa de la Ópera Estatal de Hungría. Además de ser un centro cultural, está decorada con numerosas estatuas, frescos y adornos de hierro forjado. Por encima del auditorio cuelga una increíble araña de luces de tres toneladas. Además, la calle peatonal alrededor de este edificio con su arquetípico aire europeo o parisino, atrae a muchos por sus pintorescas tiendas de diseñadores, cafés y calles de adoquines.

El auditório grande del Museo de Artes Aplicadas tiene características únicas orientealistas del Art-Nouveau 

Junto con la nostálgica renovación de estilos pasados, los húngaros también formaron parte de la creación de un nuevo estilo: el Art Nouveau. Además, el arquitecto del Museo de Artes Aplicadas lo desarrolló en dirección a su estilo personal combinándolo con el estilo hindú y con otros motivos del lejano oriente, creando así una aproximación orientalista, con paredes extremadamente adornadas con frottage pero que no ocupan todo el techo, ya que con gran acierto escogió pintar todo el interior de blanco. Dentro, las paredes del edificio irradian la luz que brilla a través del gran patio de cristal del tejado. Por otra parte, el exterior está cubierto con piezas de cerámica en amarillo ocre, verde oscuro y blanco que dibujan formas orgánicas. Otro extraordinario edificio es el Párizsi Nagyáruház. En su fachada predomina un arco con una forma típica del Art Nouveau. En el ático hay un café con música de piano en directo y tejados gloriosos con adornos dorados.

Para Celebrar los Mil Años de Hungría

El rápido desarrollo urbano se debió a la preparación para la celebración de los mil años de la creación de Hungría en 1896. Hubo grandes inversiones como por ejemplo la construcción de la línea M1 del metro, que fue la primera de todo el  continente europeo. El diseño de su interior ha permanecido intacto (sólo renovado) hasta el día de hoy, con sus elegantes azulejos blancos y verde oscuro y sus señales de hierro forjado en amarillo ocre.

El precioso edificio Neo-Classicista del Museo de Bellas Artes fue construido en la Plaza de los Héroes como parte del desarrollo gigante para la celebración del milenio de la fundación de Hungría.

Fue también en este momento cuando se empezó a trabajar en la Plaza de los Héroes. En el centro hay una monumental columna en la que se encuentra el arcángel Gabriel y, debajo de él, los siete jefes de las tribus fundadoras montados a caballo. Detrás de éstos, se encuentran los prominentes líderes y reyes de Hungría entre más columnas. Es realmente un gran espacio, porque a cada lado del monumento se encuentran dos grandes museos neoclásicos que también se construyeron durante este periodo. Ambos tienen preciosos tímpanos y enormes columnas. Tras esta plaza se encuentra el parque de Városliget y entre sus frondosos árboles se esconde un lago que se usa como pista de patinaje sobre hielo, con un aire histórico gracias a los edificios de final de siglo en los que se encuentran los cambiadores. Además, se alza la reconstrucción de un castillo a orillas del lago, con un toque gótico, como de cuento de hadas. Toda la zona es excepcional, porque ha permanecido prácticamente intacta y no hay otros edificios que no encajen con esta atmósfera natural e histórica.

La Budapest Soviética

Pop-Art influía mucho a los diseñadores de la línea M3 del metro.

La era soviética empezó en Hungría en 1945, cuando se acabó la Segunda Guerra Mundial. Durante este periodo, debido a motivos políticos, el objetivo era mostrar un país igual o más moderno que occidente. Querían visualmente separar este periodo del previamente empírico y capitalista, por lo que se deshicieron de los materiales y ornamentaciones usadas en el pasado. Para hacerlo económicamente factible, especialmente después de la pobreza resultante de la Segunda Guerra Mundial, usaron materiales modernos y baratos como cemento y plástico, y siguieron utilizando hierro. Visualmente, las formas de los edificios se volvieron más abstractas, más geométricas y abiertamente repetitivas. Aunque trataban activamente de aislarse de occidente, seguían prestando atención a sus modas, por lo que el Pop Art influyó de manera significativa en los arquitectos de la época. Esta influencia se puede detectar fácilmente en casi cualquier pieza de este periodo. Además de crear nuevos edificios, también redecoraron los interiores de antiguos edificios, como por ejemplo el de la estación de trenes de Nyugati, que ahora cuenta con una colorida sala de espera llena de sillas de diseño hechas con fibra de vidrio amarilla. En este periodo, en contraste con la sutileza de la época anterior, los colores se volvieron mucho más fuertes y primarios. Ésto se puede observar en los fuertes colores de la línea M3 del metro.


Abandonaron el modelo de vivienda europeo de final de siglo y empezaron a construir grandes casas hechas a partir de grandes bloques de cemento. De esta manera, se podía alojar a muchas más personas por mucho menos dinero, aprovechando el espacio al máximo. Esto cambió la atmósfera en las zonas de Budapest en las que construyeron esta clase de viviendas. Los diseñadores se deshicieron de cualquier tipo de decoración inútil: es la cumbre del funcionalismo húngaro, hecho con la esperanza de alcanzar una utopía, un sueño futurista, pero tristemente la gran mayoría se han desgastado con el tiempo y ya no son tan figurativos como fueron concebidos para ser. Pero hay excepciones, como el Hospital Verde de Dunaújváros.

Un recuerdo constante de este periodo son los relieves que aún se pueden encontrar en edificios dispersos por toda la ciudad. Su tema principal son los trabajadores, así como sus esposas e hijos. A menudo se pueden encontrar pequeños relieves encima de las entradas de las viviendas sociales de esta época y de mayor tamaño en los laterales de edificios. Además, hay muchas estatuas social-realistas desperdigadas por parques y jardines de toda la ciudad, que en su momento fueron instrumentos de propaganda del estado pero que ya no son más que figuras vacías y abandonadas. Las plazas de Hungría solían estar llenas de estatuas de los líderes soviéticos, pero se quitaron tras el cambio político que tuvo lugar entre 1989 y 1991.

En la plaza en la que se alzaba una estatua gigante de Stalin hoy se encuentra un monumento contemporáneo que conmemora a las víctimas de la revolución de 1956. Es una pieza increíble, una forma de hierro que se desintegra en pilares oxidados, creando un espacio parecido a la madera. Ésto nos lleva al cuarto periodo de la arquitectura de hoy.

Budapest Contemporánea

El Bálna, construido a orillas del Río Danubio combina la arquitectura contemporánea con la histórica

La capital de Hungría tiene muchas joyas de la arquitectura contemporánea, el cual es un término bastante amplio, así que aquí van algunos ejemplos de los diferentes tipos que se pueden encontrar en Budapest hoy en día. Algunos son edificios futuristas, deconstruccionistas y de vidrio orgánico. El Bálna es así, con la excepción de que esta modernidad se combina con un edificio histórico de ladrillo que lo convierte en algo totalmente único: un símbolo de la diversidad arquitectónica de Budapest. También es interesante analizar la relación entre la ciudad de hoy y sus edificios del pasado. Hay renovaciones drásticas, lo que a veces significa reconstruir un edificio destruído por completo o incluso construir aquellos que en realidad nunca se construyeron, tan sólo se planearon. Y todavía, en contraste con estos perfectamente renovados edificios, se encuentran otros en extremadamente mal estado, prácticamente en ruinas. Pero lo que cautiva de estos edificios es que se pueden encontrar agujeros de balas en sus paredes, tanto provenientes de la Segunda Guerra Mundial como de la Revolución de 1956, haciendo que la historia se encuentre siempre presente.

Centro Cultural a Orillas del Río

A orillas del Danubio se encuentra un Centro Cultural formado por el Teatro Nacional y el Müpa (El Palacio de las Artes), en el que se aloja el Museo Ludwig de Arte Contemporáneo. El edificio del Teatro Nacional es un ejemplo perfecto de la rama más elaborada, ornamentada y ecléctica de la arquitectura postmoderna. En frente del edificio se encuentra un dramático monumento con la fachada de un edificio clasicista hundiéndose en una piscina. A su lado, el Müpa es un edificio más monumental y discreto. Aunque por fuera parece bastante minimalista, cuando el sol se pone, el edificio ofrece un increíble espectáculo de luz con varias luces incrustadas en la fachada y otras proyectadas sobre sus paredes. Dentro hay grandes ventanas, elegantes alfombras rojas y espacios dinámicos y asimétricos, típicamente postmodernos, justo con un bar diseñado para parecer un piano gigante. En el corazón del edificio hay una enorme y moderna sala de conciertos con paneles de madera y una acústica perfecta.

En la Ciudad

En el centro de Budapest, al lado de la histórica estación de tren de Nyugati y de un edificio de cristal, se encuentra un parque moderno y minimalista, con terrazas divididas por elegantes paneles de hierro oxidado. A lo largo y ancho de toda la ciudad, algunas innovadoras compañías han construído edificios experimentales y coloridos, que presentan toda clase de combinaciones de metal y vidrio.


Hay muchos tesoros escondidos por toda la ciudad, como la entrada de las oficinas de Vision Tower, que tiene una geométrica estructura blanca y elegante que se cierne sobre los visitantes. Por otro lado, hay otro edificio monumental que no se puede olvidar: un estadio de fútbol minimalista y de forma orgánica, único debido a su estructura metálica en forma de costilla.

Szimpla kert (2nd floor) ruin pub Bar en ruina, situado típicamente en edificios de departamentos viejos son lugares populares de la vida nocturna de Budapest

Independientemente de que haya muchos edificios modernos en Budapest, su “perfil ” no cambia, ya que no existen grandes rascacielos. Esto permite que las terrazas puedan imitar a las de hace cien años sin ninguna clase de complicación, cosa que no pasa en ninguna otra capital del mundo. Además de todo eso, existe una floreciente subcultura callejera, especialmente en el distrito VII, con muchas obras de arte callejero, graffiti y la creación propia de Budapest: los bares en ruina.


Como se puede ver, la arquitectura en Hungría es a día de hoy tan diversa y tan cambiante como ha sido siempre. Progressive Productions ha dedicado años a coleccionar, documentar y sistematizar los mejores lugares para rodar en Budapest. Nuestra base de datos de localizaciones ofrece una manera sencilla y directa para navegar a través de la gran variedad de edificios y paisajes que Budapest puede ofrecer.

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